Charla del Dharma Hno. Phap Linh New Hamlet, 7 de Mayo de 2017, Vesak Day
Todos tenemos dentro algo bueno, algo hermoso, algo verdadero.
Nuestra aspiración es vivir desde ahí. Hay algo que nos llama hacia lo bueno, hacia lo hermoso, hacia lo verdadero.
Pero a veces parece que no podemos vivir según eso, parece que lo hermoso está distante y aunque queremos vivir según eso, es difícil.
Si estamos aquí es porque algo nos llama en esa dirección. La humanidad está buscando esto desde hace 2500 años. Muchos filósofos, escritores, científicos han buscado esto desde hace mucho.
Cuando oí a Thay por primera vez sentí: “Es así como quiero vivir”.
Si sabemos que es así como queremos vivir, porque no lo hacemos, porque seguimos viviendo en una ronda de sufrimiento?
Hoy vamos a celebrar porque hay mucho que celebrar.
Quién fué el Buda? Primero: Fue un ser humano que buscaba dentro de sí mismo. Su aspiración a encontrar un camino en este ideal era muy fuerte. Encontró el camino.
Hoy podemos celebrar su cumpleaños, del hombre que fue, pero lo que vamos a celebrar es el despertar y Buda fue alguien que despertó hacia lo bueno, lo hermoso, lo verdadero.
Hemos tenido la suerte de entrar en contacto con este camino. Entonces celebremos nuestra capacidad de despertar, de entrar en contacto con estos atributos.
A veces parece que la capacidad de despertar está muy lejos, cubierta por capas de sufrimiento y a veces siento que ya no es posible más, que ya sufrí mucho.
Buda fue realista y habló del sufrimiento. Dijo: “eso es sufrimiento, hay sufrimiento”. Si miramos, si observamos, podemos ver de dónde proviene. Cuáles son sus raíces. Ahí es posible que pare, que finalice. Entonces sufrimiento y felicidad están ahí.
Podemos ver cómo traer la felicidad a nosotros.
Sí, podemos vivir según la aspiración de lo bueno, lo hermoso, lo verdadero. Sí, podemos vivir por lo verdadero y traer la belleza, lo hermoso al mundo.
Queremos ser felices, es natural, es placentero, es normal. Todos perseguimos la felicidad.
No confundamos felicidad con placer o éxito, o riqueza o poder. La sociedad nos dice que si tenemos eso podemos ser felices, pero: Estamos seguros?
Antes de ser monje yo era músico y compositor y dí mi último concierto en Londres. Unos cientos de personas fueron al concierto y al final aplaudían y me pedían que volviera a subir al escenario.
Me había preparado para esto. Había dedicado mi vida para ese éxito, buscando la felicidad. La sensación que creí iba a sentir al volver a subir al escenario era muy poderosa, lo que sentí era muy fuerte, como una droga. Pero fue muy efímero, pasó tan rápido y las personas empezaban a irse del teatro y yo quería que siguieran diciéndome que les había gustado mucho, quería más!!!
Por suerte yo ya había venido a Plum Village y había sentido una pacífica felicidad que no necesitaba nada más. Después del concierto, en ese momento me di cuenta que esa felicidad que estaba sintiendo ahí era puro veneno. Sentí: Voy a destruirme si sigo buscando esto.
Ahí supe que iba a hacerme monje.
No queremos confundir placer y felicidad. En nuestra sociedad el placer está disfrazado de felicidad.
Una vez estaba en Londres, iba a encontrarme con un amigo. Faltaban dos horas para el encuentro y decidí hacer meditación caminando por la calle Oxford. Esa calle está llena de negocios para hacer compras a ambos lados. Estuve caminando en plena consciencia dos horas por la calle Oxford. Cientos de personas pasaban corriendo de un lado a otro y yo estaba caminando conscientemente.
Había publicidades en carteles enormes que mostraba gente sentados en el campo sonriendo, muy felices. Y ahí miré las caras de la gente en la calle y eran muy diferentes, se los veía ansiosos, como perseguidos por algo, con sus teléfonos.
“Muy sospechoso ese tipo caminando despacio y sonriendo”.
Pero las personas de los carteles de publicidad sonreían y estaban muy bien. “Tenemos que comprar lo que venden esos carteles”. Los carteles decían: “Libertad”.
“Tenemos que ser muy cautelosos con lo que nos venden, seguro por detrás hay algo totalmente insatisfactorio”.
Qué dijo Buda acerca de la felicidad? Dió una charla para hombres de negocios y les dijo: “se puede ser feliz en el momento presente”. (“Dwelling happily in the present moment”). Buda no dijo: se puede ser feliz en unos momentos y no en otros.
Alguien te da un rico chocolate y lo vas comiendo y saboreando y de repente siendo lunes te encuentras atascado en el tránsito y vas a llegar tarde al trabajo. “La vida es dura y tenemos que luchar y tal vez si luchamos algún día vamos a ser felices”.
Buda dijo: “Podemos ser felices en el momento presente”. Este momento. No hay otro. Ser felices ahora. Con nada más que esto. No necesito nada más. Nuestra tendencia es creer que nos falta algo. Es una forma normal de pensar.
Buda nos dice algo diferente. No necesitamos cambiar nada. Es ahora.
Es raro. Qué quiso decir? En sánscrito es interesante la traducción: “Eso que ahora está siendo visto”.
Ahora. Qué estamos mirando? Porqué está traducido como el ahora?
Hay alguna posibilidad de estar aquí y ahora?
Vemos el momento presente. El ver es independiente, viene con mi consciencia y con el objeto en ese momento. Todo lo que hemos buscado está aquí y ahora. El secreto para encontrarlo es volver al momento presente.
Sabemos que igual con las mejores intenciones es difícil.
Necesitamos cosas que nos recuerden, una de ellas es sonreír.
La primera vez que escuché a Thay pensé: “eso estará bien para vos, vos no sabés cómo me siento. Eso es muy difícil”, “sonreír es estúpido”.
Estaba orgulloso de no sonreír, pensaba: “la vida es dura”.
Con el tiempo me convencí. Sólo el simple acto de sonreír produce endorfinas y eso ya te hace sentir feliz. Presten atención al sentimiento que trae el sonreír. La sensación placentera en tus labios poco a poco comienza a crecer. Solamente por prestar atención podemos convertir algo neutral en algo placentero.
Tenemos 10% de sentimientos placenteros y 10% de sentimientos no placenteros el 80% restante son sentimientos neutros. Sentarme en una silla, en un zafo, el aire en mi cara, etc. Son sentimientos neutros. Pero si les presto atención pueden convertirse en algo maravilloso.
El hecho de respirar, si le presto atención es la Plena Consciencia de la Respiración. Es increíble.
Podemos tener un sentimiento de alegría y si estoy despierta, en Plena Consciencia empiezo a sentirme Concentrada.
Si estoy Concentrada encuentro la fuente de la felicidad dentro de mi.
Al Concentrarme aparece el Darme Cuenta (insight) que está disponible ahora mismo y que puede traer mucha felicidad.
Mindfulness, Concentration and Insight.
El Darme Cuenta (insight) que estoy viva! Todas las células de mi cuerpo están vivas! Esto es Ahora. No está condicionado por nada. Tenemos el derecho de vivirlo ahora, en este momento.
Nuestro Maestro compartió con nosotros algo muy práctico que también me hizo reaccionar. El mantra: “ este es un momento feliz”.
“No, no es. No me vas a forzar. Tal vez es para vos, pero no para mi”.
Diciéndole No es suficiente.
Pero ese Mantra es muy misterioso. “Este es un momento feliz”. Este Mantra es una invitación: “Este es un momento feliz”.
Por ejemplo: antes de comer es un momento feliz. Tomamos todo por garantizado. Hay gente que no tiene comida. Ahora tengo algo que celebrar.
Este Ahora es un momento feliz.
Parece que tiene algo que ver con paz. Difícil que haya felicidad si no hay paz. Ahora hay gente que vive amenazada, donde explotan bombas. Aquí tenemos la felicidad de estar seguros. Es para Celebrar. Es para disfrutarlo.
Queremos traer paz al mundo. Porqué pasan las cosas que pasan en el mundo? A veces esto toca la rabia en nosotros. Creo que no debo disfrutar de mi vida si otros están sufriendo.
La frase de Thay: “Paz en mí, paz en el mundo” (si no puedo tener paz, no puede haber paz en el mundo); podemos actuar ahora: descansando en la paz y la felicidad que hay ahora. Nos ayuda el estar juntos. Es muy difícil cuando estamos rodeados de gente triste o violenta.
Nos beneficiamos de la energía colectiva.
Se hicieron investigaciones de electroencéfalogramas en los cerebros de estudiantes que sí estaban todos prestando atención se generaba algo muy poderoso de energía colectiva.
Thay lo dice frecuentemente, yo también era escéptico en eso: “ ok,ok,ok ahora la cosa colectiva”.
Podemos experimentar si sentimos la Consciencia Plena colectiva, la alegría colectiva y dejarnos acunar por esto.
Podemos sentir que ya sufrimos bastante. Hay heridas en nosotros y parece que eso bloquea la felicidad. Podemos sonreír un poco pero enseguida volvemos a nuestros patrones habituales.
Los obstáculos con que nos encontramos: 1) el sufrimiento: el hábito de la ansiedad, creer que nos va a pasar algo que nos da mucho miedo y el eco de ese sentimiento puede estar con nosotros toda la vida. Muchas cosas pueden habernos pasado y dejan una marca en la consciencia.
Buda nos dice que ese dolor puede transformarse y la felicidad es salir justo de ahí. No tapar más la herida. La tendencia es a escapar del dolor, sentir un poco de placer y evitar sentir ese dolor adentro. Pero Buda nos dice no te escapes más, mirá profundamente y abrazá ese sufrimiento.
Para eso primero necesitamos generar un sentimiento de alegría, de felicidad. Esto nos brinda estabilidad para enfrentarnos con el sufrimiento. Cuando comprendo algo, no necesito reaccionar más, llega la comprensión de mi sufrimiento.
La felicidad tiene la capacidad de abrazar mi sufrimiento. Cuando comprendo mi sufrimiento nace la felicidad, cuando genero felicidad puedo abrazar mi sufrimiento.
Ahora sé que sonreír me ayuda y como es muy fácil puedo sonreír. Presto atención a los sentimientos que surgen al sonreír.
Permitirme a mi misma sentir felicidad. Tal vez hay una parte mía donde creo que no merezco ser feliz. Sentimos en algún lugar que somos falsos, feos, nos sentimos lo opuesto de lo lindo. Como alguien que no merece ser feliz. Tenemos una tendencia a creer que lo lindo no es tan lindo.
Cómo es eso de abrazar esto que es tan grande, tan feo? Tenemos una tendencia a decir: estoy sola, triste, tengo miedo, etc. Estas frases parece que ocupan todo.
Quiero sugerirles una técnica, decirnos a nosotros mismos: hay una parte en mí que se siente sola y hay otra parte que se da cuenta de la parte que se siente sola.
O sea que hay una parte que se da cuenta: es posible que esa parte sea muy vasta. La situación puede cambiar. Ahí puedo abrazar con infinita gentileza a esa parte que está con miedo o que se siente sola.
No nos damos cuenta porque a veces podemos estar alimentando el miedo, el dolor.
Volver al cuerpo y observar dónde en mi cuerpo está este sentimiento? Sentir el sentimiento, no la historia que lo produjo.
Las etiquetas también pueden ser un obstáculo, 2) el obstáculo del conocimiento: estoy deprimida, estoy triste, tengo miedo, etc. Que raro, creemos que asociamos conocimiento con verdad. Ese conocimiento, es verdad?
Me gusta mucho lo que dice en los 14 Entrenamientos de la Plena Consciencia: la verdad es encontrada en la vida. Sino, es como pinchar una mariposa en la pared; podremos estudiarla y observarla, tendremos conocimiento acerca de esto pero no la verdad. La verdad está en la vida. Hay un conocimiento en esto de estar en contacto con la vida.
Con las emociones también tenemos la posibilidad de catalogarlas, eso no es la emoción, es una etiqueta y si puedo, la dejo ir.
Hablamos de la felicidad que trae el dejar ir. No puedo ser feliz hasta que consiga eso que me digo que necesito.
Dejar ir al pensamiento, a la palabra; quedarnos con el sentimiento, con el flujo de la vida. Ahí podemos descubrir algo. Tal vez abajo del miedo hay otra cosa, tal vez hay enojo. Ahí puedo ver cómo llegó eso ahí? Dónde nació? Dónde empezó? Podemos invitar a esa parte herida al momento presente. Eso ya pasó. Se terminó y podemos invitarla al presente del aquí y ahora.
Tenemos esa profunda aspiración de ir en la dirección de lo bueno, lo alegre, lo hermoso.
Igual cada vez volvemos al remordimiento, al miedo, a la desesperación. Nos encontramos no con todo nuestro corazón, solamente con una parte de él, solamente a mitad de camino y volvemos a transitar el mismo sufrimiento.
Cuando la herida es profunda rechazamos totalmente a la persona que nos la hizo y ahí cortamos un pedazo de nuestro corazón. Ahi somos nosotros los que sufrimos.
Necesitamos saber amar a todos aún si nos hirieron. Generar compasión por esa persona es una fuente de felicidad para nosotros. Traerla hacia vos, esa persona no tiene que saberlo. Qué hubiese ocurrido si esa persona hubiese estado libre de su sufrimiento? Si hubiese sido feliz?
En este punto puedo generar una fuente de amor y compasión para esa persona.
Que puedas ser feliz. May you be happy
Que puedas estar bien. May you be well
Que puedas estar en paz. May you be at peace
Con sólo hacerlo empiezo a cerrar el agujero en mi corazón y puedo, a partir de ahí estar con todo mi corazón, no sólo con un pedazo.
Lo bueno, lo hermoso, lo verdadero.
Hoy celebramos nuestro propio despertar.
(Notas personales de una practicante (Mayco Gourville) en los retiros de Plum. Village).





