Meditación del Amor (Metta)
Comenzamos practicando esta meditación del amor focalizando nuestra atención sobre nosotros mismos: «Yo». En tanto no seamos capaces de amarnos y hacernos cargo de nosotros mismos, no podremos ser de mucha ayuda para los demás. Recién después podemos ofrecer nuestra práctica a otros (sustituyendo por «el/ella» o «ellos»), comenzando por alguien a quien amamos, luego a quien apreciamos, luego alguien que nos sea neutral o indiferente, y finalmente focalizando sobre alguien quien nos ha hecho sufrir.
Pueda yo estar en paz, alegre y liviano en cuerpo y espíritu.
Pueda yo estar a salvo y libre de lesiones.
Pueda yo estar libre de la ira, aflicciones, miedos y ansiedades.
Pueda yo aprender a mirarme a mi mismo con ojos de comprensión y amor.
Pueda yo ser capaz de reconocer y tocar las semillas de la alegría y felicidad en mi mismo.
Pueda yo aprender a identificar y ver las fuentes de la ira, miedo y desesperación y otras engañosas ilusiones en mi mismo.
Pueda yo saber como nutrir las semillas de la alegría en mi mismo cada día.
Pueda yo ser capaz de vivir renovado, sólido y libre.
Pueda yo estar libre del apego y del rechazo, pero no indiferente.
Extraído del libro Recitaciones y Cantos de Plum Village (Thich Nhat Hanh).
Estas recitaciones pueden usarse a cualquier momento, como parte de nuestra práctica diaria o en ocasiones especiales. Pueden ser incluidas como parte de nuestra práctica grupal o inclusive como meditaciones guiadas.





